Las 4

A comienzos de 2012, en realidad ya había ocurrido lo que todo el mundo temía. Las sociedades inversoras de altos rendimientos, al socaire de la crisis iniciada en 2008 y ya en plena recesión, se habían puesto de acuerdo para repartirse el mercado mundial. Sin que nadie lo percibiera, crearon 4 agrupaciones en la sombra, con sede en las Islas Caimán, a las que llamaremos A, B, C y D. La primera logró hacerse con todas las carteras de los llamados “artículos cotidianos aburridos”, es decir, detergentes, cuchillas de afeitar, papel higiénico, pañales desechables… La segunda, la B, reunió bajo su mando los más firmes valores tecnológicos, tras controlar todas las empresas de semiconductores del sureste asiático, y partiendo de la base de que Apple y Microsoft, ya en 2010, habían hecho más caja que EEUU y la Unión Europea juntos. La tercera, C, fue la más trabajada, pues concentró a las grandes empresas de servicios, particularmente las de seguros: de aviación (la extensión de los vuelos baratos las había potenciado extraordinariamente), tráfico de contenedores, seguros terrestres de automóviles… La guinda fue el control absoluto de los derechos de imagen por televisión e internet, particularmente los del fútbol. La última, D, terminó de hacerse con el mercado de la energía, bajo apariencia de mercado libre, -como ocurría en todo lo demás. 

Todo eso sucedía en paralelo a la crisis de los mercados de deuda pública -por los que ya nadie daba un duro-, y del descontrol que se había apoderado de la clase política europea, entretenida en sus infinitas campañas electorales y en sus anticuadas disputas ideológicas, ninguna de la cuales cotizaba en bolsa. Bueno, había una que sí cotizaba, pero a la contra. En concreto, el catolicismo, que operaba a la baja en todos los mercados. Sólo así se explica que países como Portugal, Irlanda, Italia y España (el caso de Grecia era considerado análogo) fueran abandonados a su suerte. En todos triunfaban partidos muy ligados a los intereses de Roma y ninguno de ellos tenía representantes cualificados en el gobierno de Las 4. 

Cuando toda la riqueza del planeta estaba así repartida, empezaron a llegar señales de alerta a la central de las Islas Caimán. En uno de aquellos países, España, la gente había empezado a organizarse de otra manera; cada vez circulaba menos el dinero. Proliferaban los mercadillos de trueque (un kilo de garbanzos por medio litro de aceite, un libro por un par de calcetines hechos a mano, el carburador de un viejo modelo por una muñeca que todavía hablaba, etcétera), las huertas antes abandonadas producían excelentes productos ecológicos, cada cual fabricaba su propio jabón con grasas residuales, las familias habían reaprendido a usar pañales de tela, las bicicletas eran el vehículo más común en todas las ciudades, se sacaron de los trasteros los reproductores de vídeo, con los que volver a ver excelentes películas, la lectura de libros cobró una inusitada actualidad, etcétera. Pero la peor de todas las señales llegó cuando los partidos de fútbol dejaron de verse por la tele. Ya no había ninguna cadena que pudiera comprar los derechos de emisión, y la gente, por supuesto, no podía pagarlos. Pero resultó que uno de los 4 jefes en la sombra era inválido y ferviente seguidor del Barça. Tan inválido que de ninguna manera podía acudir a los estadios. Sólo entonces, por extraño que parezca, empezaron a cambiar las cosas.





Videoteca
Entrevista en el programa `Saca la lengua´
Emitido el 19 de Noviembre de 2011 en la 2 de RTVE
Una breve visión de la biblioteca
El programa `El público lee´ de Canal Sur TV entrevista a A. R. Almodóvar a propósito de su biblioteca (25-09-2011)
La memoria de los cuentos
A. R. Almodóvar es el guionista de este documental emitido por TVE2 en el programa `Imprescindibles´ (18-03-2011)
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