'El Papa-Gallo'
Colaboración en el Correo de Andalucía (26 de junio de 2011)


Sevilla ha sido siempre una ciudad poco agraciada en lo que hace a sus estatuas. Por su deplorable calidad estética, en bastantes casos, pero también por la desdichada elección de algunos de los personajes que representan. En los últimos años, y a mayor desgracia, ambos factores han venido dándose la mano, de modo que lo ramplón, o poco diestro, sirven a una más que discutible oportunidad simbólica. (Mejor así, pensarán algunos. Por lo menos son feas a rabiar -las estatuas-, como los motivos que encarnan). Más breve y discreto será referirnos a algunas que aprueban en las dos vertientes de esta difícil materia. Sea el caso de la que representa a Mozart en el Paseo Colón, a Aníbal González en su Plaza de España, o, más recientemente, a la dama desnuda que sugiere la delicadeza poética en la fuente dedicada a la Generación del 27. (Feliz propuesta de Antonio Barrionuevo). Dejemos para otra ocasión el análisis de las estatuas más antiguas, que de todo hay. Pero quede sentado lo que debería ser un axioma en este delicado asunto: no levantar efigie de quien puede suscitar agudas controversias, o herir sensibilidades de amplias capas de la población.

La ya culminada escultura del papa Woityla, que días atrás se nos presentaba casi como una revelación, es un ejemplo claro de lo que estoy diciendo. Por su hechura, rigurosamente convencional, ya sería objeto de poca estima. Pero eso es lo de menos, tratándose de lo que se trata. Lo de más es lo que quiere representar: a un pontífice que en sus 26 años de larga trayectoria ha despertado admiraciones y repulsas, a partes iguales, cuanto menos. Eso, sin salirnos del ámbito de los creyentes. (De los agnósticos, que en esta ciudad son legión, a qué decir). Un papa que en su propia demarcación ha rechazado todo atisbo de progreso doctrinal, en materias como el celibato o el sacerdocio femenino; perseguido a reputados teólogos de la liberación, respaldado en cambio al fundador de una facción que resultó ser un pederasta infame; como también al nuncio que apoyó a la dictadura argentina; condenado el uso del humilde condón para prevenir enfermedades como el SIDA, o la experimentación con carácter terapéutico de las células madre… Y sin entrar en otras materias, como su apetencia de estrellato y baño de multitudes, lo que llevó a todo un católico como Bergamín, con su afilada ironía, a bautizarlo como “El Papa-Gallo”.

Ahora se abre el debate acerca de dónde colocar a tan significado  integrista. Y se baraja nada menos que la esquina del magnolio, en la avenida de la Constitución. No me parece oportuno ni, sobre todo, conciliador. Pero ni ese ni ningún otro lugar público, en donde permanecería como una provocación permanente, a los católicos que no le siguen, y no digamos a los no católicos. Mejor se quede en sede discreta de los que le veneran, o de las empresas, privadas o semiprivadas (alguna con serios apuros económicos), que tan generosamente han contribuido a esta lamentable iniciativa.

Antonio Rodríguez Almodóvar




Videoteca
Entrevista en el programa `Saca la lengua´
Emitido el 19 de Noviembre de 2011 en la 2 de RTVE
Una breve visión de la biblioteca
El programa `El público lee´ de Canal Sur TV entrevista a A. R. Almodóvar a propósito de su biblioteca (25-09-2011)
La memoria de los cuentos
A. R. Almodóvar es el guionista de este documental emitido por TVE2 en el programa `Imprescindibles´ (18-03-2011)
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